Midiendo la autocomplacencia

viernes, 28 de agosto de 2009 |




Nombre ostentoso para una final que centra todos los focos de Europa. A principios de temporada, el mundo del fútbol quiere dejar atrás los bolos de pretemporada, y la expectación será máxima. El Barça será juzgado a partir de hoy como el equipo del triplete. Cuando lleguen las derrotas muchos dirán que no era para tanto.

Se trata de un partido incomodo. El rival de nombre desconocido, pero con calidad, dinero y máxima motivación. Los antecedentes recomiendan no fiarse. Pese a ser la UEFA un torneo devaluado, en los últimos años hemos visto caer a Real Madrid (ante un Galatasaray dirigido precisamente por Mircea Lucescu), a Manchester, y al propio Barça en una noche que marcaría la caída del equipo de Rijkaard.

El Shakhtar Donetsk, rival de esta noche, aspira a continuar la línea de los Galatasaray, Sevilla y Zenit. Su nombre exótico, con un historial marginal en el fútbol europeo, invita al engaño. Sin embargo, nos encontramos ante un equipo con poder inversor, otorgado por los caprichos de su millonario y excéntrico dueño, Rinat Akhmentov, y por una afición numerosa y fiel. Cada verano el Shakhtar ha acudido al mercado de fichajes con cuantiosas sumas, atrayendo a los mejores jugadores que el mediocre campeonato ucraniano admitía.

Su mercado ha sido Europa del Este y Brasil, desde la llegada de Akhmentov en 1996 el equipo se ha cocinado a fuego lento, apostando también por la formación, con una escuela que ya ha dado sus frutos con nombres como Chigrinsky. Ya no son el equipo pobre de Ucrania, “los mineros”, como todavía son conocidos.

Esta noche veremos jugadores que sorprenderán. Es el Shackhtar un equipo ofensivo, que apuesta por futbolistas que saben jugar el balón, que nunca rifa la pelota y que elabora desde la defensa. Los centrales, Kucher y Chigrinsky, destacan por su salida de balón. Tanto es así, que en el enfrentamiento del año pasado en Donetsk, Guardiola varió su esquema defensivo para que Henry y Eto’o taparan a los centrales. La linea de cuatro la completarán el croata Srna, capitán del equipo, y el rumano Rat. Ambos laterales a los que les gusta pistar la línea de fondo, especialmente Srna, jugador emblemático del equipo, que destaca por su buen golpeo y por la elegancia en la conducción.

Por delante de la línea defensiva, Lucescu colocará un doble pivote. El checo Hübschman, central reconvertido a mediocentro, perseguirá a Xavi haciendo marcaje individual. A su lado jugará el brasileño Jadson, sensación de la pasada Copa de la UEFA, ágil centrocampista con llegada desde segunda línea, que recuerda en su juego al sevillista Renato.

Por delante Lucescu colocará una línea de tres. Ilsinho en la banda derecha, lateral ofensivo del molde brasileño, llegado a Ucrania tras triunfar en el Sao Paulo. Pedirá la pelota al espacio y será la principal arma en las contras. Por detrás del punta otro jugador de la escuela brasileña, el fibroso Fernandinho, futbolista que hizo mucho daño en el partido del Camp Nou, se desenvuelve con soltura jugando libre detrás del delantero, y destaca por un genial golpeo con la pierna derecha. A pierna cambiada veremos a Willian, jugador que gusta a Txiki, muy habilidoso, con una potente arrancada, jugador incómodo para Alves y al que habrá que seguir de cerca los próximos años.

Arriba jugarán con una referencia. Tras perder a Brandao en el mercado de invierno, Luiz Adriano será el hombre más adelantado. Jugador discutido, con problemas de adaptación a Ucrania, ha ganado crédito tras su buena actuación en la final de la UEFA. Será el encargado de aguantar la pelota de espaldas para las llegadas de segunda línea, principal arma del equipo ucraniano y quizás, el juego más incómodo para el Barça.

En el Barça no se esperan novedades. El once variará poco del que disputó la Supercopa ante el Athletic, la apuesta futbolística es de sobra conocida. La duda de Guardiola se encuentra en la zona izquierda: ante el Athletic en San Mamés se observaron problemas en la salida de balón cuando allí se juntaban Abidal, Keita y Henry. La baja de Iniesta y Márquez otorga posibilidades a Busquets, más clarividente y efectivo que el malí en el juego a pocos toques que de fluidez a la circulación.

Los peligros en cambio, parecen encontrarse en lo que rodea al partido. Un equipo que llega cargado de elogios frente a un rival con calidad pero sin nombre. Premios para Messi y Xavi y admiración general del mundo futbolístico reunido en Mónaco. Se habla de fichajes y del sorteo de champions. Una final en un momento incómodo, y el fantasma del Sevilla rondando en la cabeza de los aficionados. El Barça empieza hoy una batalla psicológica: una derrota envalentonará a los rivales, una victoria contundente permitirá marcar distancias. Hoy empieza para el Barça la dura tarea de mantenerse.

Alineaciones:

Barça: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Touré, Busquets; Xavi, Messi, Henry; Ibrahimovic.

Shakhtar: Pyatov; Srna, Kucher, Chigrinsky, Rat; Hübschman, Jadson; Ilsinho, Fernandinho, Willian; Luiz Adriano.

5 comentarios:

TITO dijo...

Muy bueno.

New dijo...

Pienso que el campeón de la UEFA en los últimos años no tiene nivel para disputar una Champions con garantías. Así se ha demostrado con los Zenit, Galatasaray o el propio Sevilla. Incluso, son rebotados de la propia Champions que dan a parar a la UEFA en la que hay equipos verdaderamente lamentables.

Ocurre que en estos partidos el factor que más hay que tener en cuenta es el de la motivación; ante todo un campeón de la Champions se presenta un grandísimo escaparate para ellos.

El partido en sí es muy transcendente, pero no creo que sea así para el devenir del inicio liguero.

Un saludo.

Anónimo dijo...

ke me decis de willian? le ha pretendido el barsa este año y hablan muy bien de el

fernando dijo...

No creo que sea transcendente una derrota o una victoria. El Barcelona seguirá jugando bien, gane o pierda hoy. El estilo es el mismo. Un abrazo.

Chechu dijo...

La pasada edición de la UEFA tuvo un nivel muy inferior al de otros años. Sólo basta con ver la final, de una calidad pobre. Sigo pensando que el Shakhtar no es un equipazo ni mucho menos. No me convenció la pasada UEFA. Tiene una fantástica banda derecha y calidad para desequilibrar en momentos puntuales pero no es completo ni regular. Aunque bueno hoy puede pasar de todo. Cualquier despiste puede ser aprovechado por alguno de los brasileños.

Saludos desde paraisofutbol.blogspot.com