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El Rayo Vallecano (por Cálico)

jueves, 31 de marzo de 2011 |

 

Corría el año 1987, no recuerdo yo muy bien donde andaba. Contaba 7 años, a los 7 años la vida de mi generación era colegio, amigos, peleas, juegos, televisión y unas benditas preocupaciones que ojala me atormentaran ahora.

Lo que sí recuerdo eran los domingos de Vallecas. Mi padre, mis hermanos y yo subíamos por calles que ahora sepulta el parque de “Madrid sur” hasta la calle payaso fofo, hasta donde se comenzaba a oír el gentío, los pitos, las voces, se veían policías a caballo y coches patrulla, gente ataviada con los colores del Rayo y al fondo el estadio. Un estadio que no era propiedad del Rayo (sigue sin serlo) pero que siempre fue “el campo´l rayo”. Poca gente iba a misa en Vallecas. Los domingos a las 12.00 los vallecanos rezábamos en un estadio no irnos a casa con otro saco de goles.

En aquel entonces el presidente era un tal Francisco Encinas, el que sería el último presidente electo de la entidad. Y del que yo pensaba que se había peleado con mi padre en algún momento, porque mi progenitor no perdonaba improperios si se mencionaba al tal Encinas. Recordaba al Rayo “machaca gigantes” haya por la última mitad de los 70, cuando el rayo debuto en primera. Decía mi padre que había ganado a todos, hasta al Madrid. Por algún motivo que yo no entendía la parte de las anécdotas donde el Rayo ganaba al Madrid era siempre muy muy corta. Según mi padre la culpa de bajar a segunda y que nos dieran en todos los carrillos partido si, partido también era del tal Encinas.

Pero recuerdo un domingo en el que apareció un rayo de verdad, uno menudito, con mal genio, uno que no dejaría la entidad en toda su historia aunque no le faltaron ofertas, Jesus Diego Cota, un canterano que se iba a convertir en el símbolo del equipo y en “el gran capitán”, aunque en Vallecas no teníamos para pagar tantas letras, era “el capi”. Lateral derecho, corredor innato, vallecano vocacional.

Aquel año (aunque no juraría si fue el 87 o el 88) subimos a primera, lo celebramos por todo lo alto. Yo soy madridista, he celebrado ligas, copas y champions. Y como español la euro y el mundial. Pero no recuerdo una celebración como aquella. En la desaparecida fuente de atocha, mi padre me sujetaba como podía el pobre, yo quería irme donde estaba la gente y él me ofrecía llevarme a caballito a cambio de que me estuviera quieto. “Papa no me voy a perder” decía “Toda esta gente es de Vallecas, solo tengo que seguirles cuando se vayan a casa”

El caso es que aquel ascenso se celebro como si no hubiera mañana, mañana si que iba a haber, lo que no habría (hasta hoy al menos) son más títulos oficiales. Eso si, hemos ganado el trofeo alcampo (jodete florentino). Aquella temporada no fue gloriosa, de hecho bajamos a segunda con todas las de la ley, no recuerdo bien, pero me parece que ya estábamos descendidos mucho antes de acabar la puñetera liga
El Rayo fue dando tumbos por las categorías (primera, segunda, incluso segunda b) durante varias temporadas hasta el fatídico día en el que el señor Encinas anuncio la suspensión de pagos, corría el año 91, yo ya tenía 11 años, sabía que lo de mi padre con el no era personal, pero si lo hubiera sido seguro que mi padre le hubiera partido la cara y bien merecido se lo tenía.

Y allí estábamos los rayistas, dejo claro que en aquel entonces la afición del rayo la formábamos madridistas, atléticos, cules y algún que otro hincha de equipos andaluces y extremeños que teníamos en el Rayo la forma de ver futbol en vivo. Como decía, allí estábamos, con congoja, con pena, con rabia, con impotencia, el Rayo desaparecía, se oía que su plaza la ocuparía un equipo de nosedonde, que lo iba a comprar el Corte Ingles, que Felipe González lo iba a ofrecer a Inglaterra a cambio de Gibraltar (esto nunca me lo creí, bueno casi nunca). Cota ya era el capitán con brazalete y todo, Willy nuestro primer extranjero mas insigne portero (no había nadie que no se lo hubiera cruzado en el autoservicio Alcampo) y Candil y Francis…que se yo, incluso teníamos a los bukaneros, que debutaban como ultras del Rayo aquella temporada para demostrar que en Vallecas también podíamos ser violentos y descerebrados.

Pero todo se iba a la mierda…

Un buen día amanecimos con una gran noticia, no eran las olimpiadas de Barcelona, que también, tampoco la expo de Sevilla. Era que el tio del “que te pego leche” había comprado el Rayo, el equipo ya no sería el Rayo Vallecano si no la Asociación Deportiva Rayo Vallecano de Madrid y nunca más se celebrarían elecciones, pero ¿y qué? Lo íbamos a seguir llamando el Rayo o el rayito pesara a quien pesara y en Vallecas no se vota (que lo sepan). Todo estaba compensado sabiendo que un tío que se había presentado disfrazado de superman a su propio juicio y que había pegado a un ministro iba a ser el presidente de la Asociacion Deportiva Rayo Vallecano de Madrid, vamos, del Rayo

Y llego Camacho, y David Vidal y nuevos descensos y nuevos ascensos y nuevas reuniones con la afición rival al acabar el partido (salvo si estaban los bukaneros, que lo jodian todo) por que en Vallecas somos mu majos… y llego, Guilherme, Onesimo, Hugo Sanchez, Urzaiz, Alcazar, Ferrón y uno americano que paraba todo (Keller) y otro Alemán con barba de turco (Poschner) Y el año de la UEFA, y el año que fuimos lideres en primera, y cuando ganamos al Madrid y echaron a Valdano, y cuando ganamos al Barça con aquella historia del Hesperia y los años que parecíamos el pro, si se ponía de moda Piojo Lopez nosotros fichábamos al Piojo Mandra, Si el Madrid fichaba a Suker, nosotros tentábamos a Sukur, que el Barça tenía a Ronaldo y el Depor a Rivaldo, pues nosotros íbamos a por Ruinaldo (muy acorde con nuestra filosfía pero nunca ficho).
Si hay un año para destacar sería el de la UEFA, que sí, que sí que entramos por sorteo. Pero como ya se comentaba, entre toda la plantilla del Rayo habían hecho menos faltas que Hierro el solito. Recuerdo aquel año como un sueño, jugamos contra el Andorra, pensábamos que ganaríamos, pero es que le endosamos 0-10. Aunque todos teníamos claro que una cosa era el Andorra y otra el Molde FK que venía detrás (en aquellos años toda la competición era por eliminatoria) Pero les ganamos, y al Viborg FF y al Lokomotiv (aunque se fue la luz dos veces en el partido de vuelta en Vallecas, pero a los rusos no pareció importarles) y al Girondins y cuando mas creciditos estábamos llego otro de nuestra liga, un tal Alaves comandando por un tal Mané. “A estos si que si” se oía por Vallecas, pues toma. Hasta cuartos, que no está mal

Luego tocaría el año de Manzano y la remontada que nos salvo del descenso y la lesión de Michel, que privo al Atlético de Madrid de un gran futbolista y a él de una gran carrera profesional, y el renombramiento del estadio por “Teresa Rivero” , el nombre de la presidenta que había sido nombrado por Jose María Ruiz Mateos el segundo año de su mandato cuando se aburrió del equipo, y también el descenso y otro descenso y un año en segunda b, y otro, y otro más y un estadio vacio y la desaparición de todos los que decían que el Rayo era su equipo y que le dieran al Madrid, al Barça y al Atletico y las maniobras extrañas de la presidenta subiendo abonos, echando jugadores, expulsando entrenadores…

Y subo al campo´l Rayo. Y soy madridista y vallecano, como cuando me llevaba mi padre, solo que mi padre ya no puede traerme. Y oigo los pitos, pero contra la presidencia, y veo a Encinas y oigo a mi padre decir que él tiene la culpa, y me siento en mi sitio casi al lado del que ocupaba con mis hermanos, unas pocas filas más atrás. Oigo que el Rayo desaparece, oigo hablar del año de la Uefa y oigo a mi padre hablar del matagigantes. Miro a aquella banda que recorría Cota, cuando Vallecas era otra, cuando Vallecas era nuestro, en esa banda no está Cota, esta Coke; Otro balín, otro canterano. Y miro al palco, Cota no se fue pero Coke se ira, porque no es nuestro, porque ahora es de ellos, de los que vinieron a salvarnos. Y miro un estadio que esta vacio y veo que se va la luz contra el lokomotiv y veo a la afición haciendo la ola en un partido contra el Zaragoza y oigo los canticos por Cota, por Onesimo, por Wilfred y el estadio está vacío porque todos miran al palco y le piden a sus ocupantes que se vayan. Y mi padre promete que cuando haya que votar no votara a Encinas, pero ya no podemos votar, ahora el Rayo es suyo y jamás lo sentí mas como “Asociacion Deportiva Rayo Vallecano de Madrid”