10 Davids contra un Goliat.

El Getafe cayó ante el todopoderoso Bayern pero lo hizo como sólo los grandes lo hacen, con la cabeza bien alta y de la única forma posible, a la alemana, con un gol en el último suspiro cuando el Bayern hincaba la rodilla en el coliseum.
El partido se puso cuesta arriba cuando el Getafe se quedó con diez recién empezado el partido merced a un error de De la Red que derribó a Klose cuando se plantaba solo ante Abondancieri. A partir de ese momento el partido se convirtió en una lucha épica del Getafe por contener a la marea alemana que empezó a asediar la meta del portero argentino.
Lejos de descomponerse, los de Laudrup se mantuvieron firmes sin acusar apenas la expulsión y Contra se disfrazó de superman para cruzar el campo en un slalom propio del mismísimo Maradona y marcar un gol que será difícil de olvidar por esos lares.
La segunda parte siguió la misma tónica que la primera aunque el Getafe empezó a encontrar espacios debido a que el Bayern había adelantado las líneas para poder derribar la muralla formada por la defensa del “Geta”,que estuvo inmensa ante jugadores de la talla de Klose o Luca Toni,un delantero como la copa de un pino e igual de grande.
El Bayern no encontraba el camino, lo intentaba pero se estrellaba una y otra vez ante la soliradidad de todos los jugadores azulones que no regalaban ni un metro y se multiplicaban en tareas defensivas.
El Getafe tuvo el partido, en especial en un mano a mano de Braulio que resbaló después de haber superado a Kahn.
Cuando todo parecía acabado apareció el incombustible Ribery para empatar, estaba en el guión, ese minuto pertence a los Alemanes.
La idea de la prorroga con diez jugadores era desoladora pero el Getafe salió con fe,como si no jugaran con uno menos si no con muchos más,con 300 por lo menos,y en apenas cinco minutos puso tierra de por medio con esos dos goles de Casquero y Braulio.
Todo parecía sentenciado,el Bayern daba muestras de cansancio y de tener poca fe en la remontada y no era para menos puesto que delante tenía a un equipo irreductible que en ningún momento se descompuso ni perdió la fe en la victoria.
Aquí termina mi crónica,todos sabemos como ha terminado la película y no me gusta el final así que me quedo con la exhibición de solidaridad, lucha, entrega y, por qué no decrilo, fútbol, mucho fútbol porque el Getafe no renunció nunca a jugar al fútbol.
No me atrevo a destacar a nadie en particular porque todos y cada unos de los jugadores del Getafe rozaron la perfección,difícilmente se puede hacer mejor.
El fútbol le debe una al Getafe.