Némesis

Madrid y Barça se enfrentan pasado mañana en un partido intrascendente en que ya adelanto (y ojalá me equivoque) que creo que el Barça ganará. Si sucede será el único consuelo que les quede a los culés (facción tradicional-casanovista) después de una temporada lamentable.

Estamos acostumbrados al tradicional desfile de comentarios despectivos cuando gana una liga el Madrid:

1.- Demasiado fácil (Quinta del Buitre)
2.- Nadie la quería (Los dos últimos años)
3.- Inmerecida por haberse ganado al final (El año de la liga de Ronaldo)

Muchas veces los madridistas caemos en la misma torpeza de la que sólo despertamos cuando pasan años sin títulos. Y es que una cosa es que un equipo esté acostumbrado a ganar con cierta frecuencia y otra que no se le de a los títulos la importancia que tienen. En este último reproche incluyo a la afición pipera y a los jugadores, capaces de destrozar una celebración por sus diferencias con el presidente (el año de la liga de Ronaldo... otra vez).

La trayectoria este año de Madrid y Barça ha sido muy distinta, aunque desde el bando de la prensa culé se hayan querido equiparar. Mientras el Madrid parece haberse recuperado del síndrome galáctico con jugadores mayoritariamente tildados de mediocres (Higuaín, Gago, Heinze, Sneijder...) el Barça parece haberse enfangado hasta los sobacos en esa misma enfermedad (Henry, Zambrotta, Thuram, Ronaldinho...).

Hemos encontrado justificaciones en las lesiones que sufrió el Barça, como si el Madrid no hubiera tenido su cruz con Heinze, Van Nistelrooy, Sneijder, Pepe, Robben, Metzelder... O en la marcha de Eto'o a la copa de África, donde también estuvo Diarrá. Mejor motivo de diferencia es pensar en Ronaldinho, que se ha atrevido a hacer cosas que no se le recuerdan ni al peor Romario ni al peor Ronaldo, el tranny lover.

El caso es que el Real Madrid ha mantenido al menos la competitividad en la liga y el Barça, en comparación y, nos vendan lo que nos vendan, ha hecho el ridículo. Siete victorias de diferencia no son moco de pavo. El Madrid ha mantenido durante todo el campeonato números de campeón de liga (incluso en algunos momentos Relaño y cía se tocaban pensando en récords) y el Barça nunca ha sido capaz de dar la talla. Que se perdieran tres partidos o cuatro en el lógico bache de cada temporada sólo hace más patética la actuación de un Barcelona incapaz no de acercarse, sino de dar sensación de poder superar al actual campeón.

En Europa la trayectoria hubiera sido exactamente la misma si el bombo no hubiera sido tan amable con el Barcelona en el sorteo de octavos y cuartos. Mucho se ha hablado en los medios culés y sus seguidores de la histórica suerte en los sorteos del Madrid. Supongo que se hacía para ocultar que su equipo había llegado a semifinales con unos rivales dignos para unos cuartos de UEFA como mucho. En las últimas temporadas hemos tenido cuartos, octavos y semifinales del Madrid con equipos como Bayern, Manchester, el Leverkusen de Ballack, Juventus... Igualitos que el Shalke04 de Kurányi o el Celtic de Glasgow. La Roma hubiera eliminado al Barça también, y eso lo sabemos todos. ¿Que el nivel de los equipos españoles en Europa ha bajado mucho? Cierto. Tan cierto como que eso no le quita validez al título de liga.

Afortunadamente parece que a la mayoría de la afición culé no se les puede engañar con la falacia del tiki-taka ni con cuatro desprecios a los rivales del Madrid. Parece que los excesivos elogios que se vertieron sobre algunos jugadores ahora se convierten en excesivas críticas. Parece también que aquellos que nunca supieron ganar tampoco saben perder y que el "hemmano Samué" ya no nos sorprende con su calidad humana y su valentía... fundamentalmente verbal. Parece también que Txiki no era el bueno, que el bueno era Rosell o sus contactos en Nike. Y parece, por último, que Pepe y Robben fueron caros pero Henry fué una estafa por 24 kilos.

Por supuesto que la trayectoria del Madrid no ha sido impecable y que hay muchas cosas que mejorar desde la presidencia hasta el vestuario, eso no lo puede negar nadie. Pero también sabemos que esos cambios se pueden hacer con mucha más calma y con menos presión cuando se ha ganado la liga con mucho trabajo que cuando se ha terminado con la táctica de "échenle balones al bajito y a ver qué pasa". Supongo que ahora el Madrid perderá con Barcelona y Zaragoza y ganará o empatará con el Levante en el último partido para que algún periodistilla de tres al cuarto hable de crisis y de la necesidad de limpia de corrales (sic) o de poner en la frontera porque no hay jogo-bonito.

Eso debería darnos igual. Lo mejor que han tenido estas dos ligas es que en ambas ha habido exigencia y la certeza de que queda mucho por hacer para el club y mucho por exigir para la afición. De momento espero que nos mantenga alejados del síndrome galáctico y que a cada jugador, a cada técnico y al mismo presidente les haga pensar que están siempre en la cuerda floja y que tienen que mejorar lo que hay.

El miercoles hay un partido con el morbo estúpido del pasillo y nada más.

Por cierto, yo acabaría con las celebraciones en la Cibeles.

A modo de postdata: ayer Ramos vestía una camiseta con la foto de Puerta. Un bonito gesto que estoy seguro que la afición sevillista será absolutamente incapaz de valorar y sus medios locales de difundir. Me gustó. Me hubiera gustado más si por detrás junto a otra foto de Puerta hubiera puesto: "¿Para cuando se hace pública la autopsia?".

Sección de humor. Buscar entre las portadas el tamaño (si existiera) de la noticia del campeonato liguero.