Celebra como si no hubiera un mañana

En primer lugar, tengo que reconocer que esta entrada nace con un cierto tufillo a naftalina, un aire rancio a noticia pasada. Aun así no puedo resistir la tentación de comentar el tema de las celebraciones de títulos en España. Las celebraciones de títulos o de cualquier otra cosa, porque ya se celebra un no descenso, una UEFA, una Intertoto... desde que los de mi equipo de futbol sala hace años celebramos a modo una victoria en el torneo organizado por un video-club local, no se ha visto cosa igual. Y eso que el término video-club ya implica una cierta antigüedad.

Apunté en una entrada anterior que no me gusta lo de Cibeles. Tengo que rectificar. Lo prefiero un millón de veces antes que una celebración como la que se vivió en el estadio el dia del Levante. Me explico:

Las concentraciones populares en Cibeles se han ido de madre. Se fueron hace tiempo. No se puede obligar a una ciudad a soportar los inconvenientes que supone el montaje y desmontaje de la parafernalia celebrativa cada semana. Es absurdo. La "sociedad civil" no tiene por qué sufrir esos inconvenientes. No tiene por qué haber cientos de policías o sanitarios u obreros esperando hasta las 4 de la mañana a que se vaya la gente para que no se colapse la ciudad.

Mi opinión es que el fútbol (y sus celebraciones) deben quedar en los estadios y como máximo en sus aledaños. Prolongar las celebraciones con paseillos, ofrendas, más ofrendas, visitas a instituciones (todos los politiquillos quieren la foto) no tiene ningún sentido.

Incluso dentro de los estadios deberían tener un límite: lo del otro dia en el Bernabéu fué una horterada. Lo que me venía a la memoria cuando lo vi eran imágenes en blanco y negro del NODO el dia del trabajo en el mismo recinto y de "Olimpia". Ejercicios gimnásticos, coreografías, música a toda pastilla y aburrimiento general.

Lo de los capotes lo voy a obviar precisamente por eso, por obvio. Haré una lista de lo que yo creo que debería ser una celebración:

1.- Hacerla si se ha ganado algún título. NUNCA por otra cosa.

2.- El partido termina, sea fuera o dentro de casa, y se entrega la copa al campeón igual que en la Champions: una tarima en el estadio, para que todo el mundo lo pueda ver. Esto choca con declaraciones como las del impresentable presidente de Osasuna, claro, pero el Manchester recibió el trofeo de liga fuera de casa, creo recordar. ¿Fué eso una provocación?

3.- El equipo da una vuelta de honor sin el "campeones, campeones" o el "We are the champions" atronando. Que la gente grite, cante, aplauda, disfrute. Los jugadores llevan banderas del equipo, no sólo de su pais o comunidad, y no llevan a sus hijos. Agradecen al público su parte del espectáculo y lo comparten con ellos, no van paseando a sus críos en una mano y una cámara en la otra. A mi, particularmente, ver a los hijos de Beckham o Guti me la trae al pairo.

4.- Después de la vuelta de honor, el que tenga ganas de más, que se quede, y cada mochuelo a su olivo.

Como se hacía antes, vamos.

Me parece tremendo que el dia del último partido de liga, a punto de haber una huelga por parte de un equipo sólo se hable de la celebración de después. Me parece tremendo que tres dias después siga dando vueltas a Madrid el autocar del equipo. Me parece tremendo que haya niños a las 3 de la mañana un domingo (con lunes lectivo) en Cibeles con sus padres. Al dia siguiente seguramente estarían "enfermos", pero la culpa no será de los padres, será del fútbol o de la LOGSE.

Pero esto es como lo de Ronaldo, que igual soy yo que me estoy volviendo un poco cascarrabias.