Un negocio mal entendido

Pese a equipos de ligas menores que han aparecido en las últimas ediciones de la Champions, estamos de acuerdo en que a partir de octavos de final es el torneo de mayor nivel futbolístico del mundo pero no por ello la mejor competición. La UEFA se ha empeñado en ello designando a árbitros incompetentes para dichos partidos. Debe ser una forma de quedar bien con las distintas federaciones, o un conjunto de intereses económicos muy importantes para ser capaces de tirar piedras contra su propio tejado. La FIFA debería encargarse de que estén los mejores, una selección mundial de los mejores colegiados profesionales y no seleccionar al representante de turno de cada país FIFA.

La tradición del arbitraje inglés es la más demandada por el aficionado. Esta demanda reside en la historia más fatídica del fútbol británico, la tragedia de Heysel.
Aquella noche de Heysel, el fútbol inglés tocó fondo, los organismos internacionales castigaron muy duramente a los clubes ingleses por la incesante violencia que practicaban los hooligans ingleses en las gradas de los estadios del mundo y los clubes no levantaron cabeza. En los años 90 se crea el informe Taylor que va a desenvocar en 1992 con la creación y profesionalización de todo el fútbol inglés, un tremendo negocio llamado Premier League. Esto fue algo que ayudó sobremanera al arbitraje inglés creando un modelo profesional parecido al que hoy conocemos y al que hoy muchos demandan.

Lo que nos encontraremos en ell Mundial de Sudáfrica es todo lo contrario, y es lo que vengo a "denunciar" con este artículo. Habrá que tragar con linieres de Trinidad y Tobago y árbitros egipcios, por citar un ejemplo que conocemos todos en España.

Pese a no ser hoy buen día para criticar a las federaciones ajenas cuando tenemos en la nuestra un nivel como el que ha demostrado hoy Mejuto en Milán, expongo que en un enfrentamiento entre dos equipos grandes, punteros de las mejores ligas europeas, la disputa sea tan igualada técnica y tácticamente que un detalle como error de bulto de un árbitro decante la eliminatoria de un lado o de otro. Es incomprensible pensar que un árbitro noruego o bielorruso tenga el nivel para pitar un partido de una fase final de Champions. El debate está fuera de Villaratos y Platinatos, en una liga se premia la regularidad y estos jueces te dan y te quitan, valga este topicazo para intentar explicarlo. Normalmente son estos árbitros de paises donde el fútbol no debería ni calificarse como de "profesional" y también, casualidad, suelen ser reincidentes en este tipo de actos. El célebre Obrevo la volvió a liar en el Bayern - Fiorentina, o Martin Hanson el árbitro sueco de la famosa mano de Henry que clasificó de aquella manera a Francia para el Mundial, se hizo notar también en el Oporto - Arsenal. El del Stuttgart - Barça tampoco se quedó atrás. No tienen ningún problema porque no hay castigo, la FIFA suele ser tajante en esto; confianza plena y continuidad.

El que piensa que es parte del juego, el que lo califica como "la salsa del fútbol", le digo que al día siguiente se debería hablar de los jugadores y no de un árbitro danés que es un tarugo, demasiado gracejo le dan ya en la prensa nacional cada post-partido. Un árbitro se puede equivocar si la federación internacional ha apostado previamente por la profesionalización, no critico que se deje de pitar una falta, un fuera de juego... Hasta ahí todos aceptamos esto como juego que es. Designar a un árbitro amateur para pitar un partido así es poco menos que mandarle a equivocarse aposta.

Lo dicho, esto es lo que nos espera en las siguientes eliminatorias y en el próximo Mundial. Este es el nivel que le interesa a la FIFA y este es el negocio mal entendido por parte de sus dirigentes que tuvieron el ejemplo más claro y próspero muy cerca y es obviado por razones que el aficionado, como yo, desconoce.